Seguro que más de una vez has visto una de esas sillas tuneadas repletas de colores y zonas acolchadas, y es que las sillas gaming viven un momento dulce gracias al teletrabajo y al auge de los eSports.
Cada vez son más las personas que deciden llevar un paso más allá su pasión por los videojuegos y la buena postura corporal con una de estas sillas, algo perfectamente normal, sobre todo si tenemos en cuenta lo beneficiosas que pueden llegar a ser para nuestra espalda.
Ahora bien, ¿hace falta ser un «pecero» a tope para aprovechar estas sillas? ¿Qué pasa si mi pasión es darle a Call of Duty: Mobile o a Clash Royale? ¿Necesito una de estas?
¿Merece la pena comprar una silla gaming para jugar con el móvil?
Cuando a uno le ponen delante de una de las mejores sillas gaming del mercado es inevitable pensar «quiero una». Son chulas, no demasiado caras (pensemos en que son una inversión para varios años) y tienen pinta de ser muy pero que muy cómodas. Pero, ¿de verdad merece la pena comprar una si vamos el 90% del tiempo que pasamos jugando es con el móvil?
Aunque no lo parezca, una silla gaming puede ser un elemento muy interesante para potenciar nuestro juego, más aún si pisamos el terreno competitivo. Y sí, quizás la imagen de un mobile gamer en una de estas sillas puede resultar ridícula pero, ¿qué pasa cuando le dedicamos varias horas de nuestro día a un título móvil?

Jugar varias horas con el móvil tirados en cualquier parte es algo que indudablemente acabará pasándonos factura en la espalda, el cuello y los brazos. Pensemos en que cuando uno juega con el móvil necesita sí o sí apoyar los codos en algún lugar, de lo contrario tendrá que mantener el móvil en alto todo el rato. A partir de aquí, si apoyamos los brazos en las rodillas doblaremos la espalda de una forma no muy aconsejable, mientras que si lo hacemos en el sofá o en la cama tendremos las cervicales y los brazos en tensión.
Así pues, la mejor forma de jugar es apoyando los brazos en los antebrazos de una silla o en una mesa, y justo aquí es dónde una silla gaming puede sernos de ayuda.
Estas sillas nos ayudarán a crear un entorno gaming lo más ergonómico posible, ayudando a que nuestra postura sea la correcta incluso cuando juguemos con el móvil.
Qué mirar a la hora de comprar una silla gaming para jugar con el móvil
En Internet hay miles de páginas que te pueden contar las bondades de una silla gaming para jugar ante el PC pero, ¿y qué pasa con los móviles? Si nos centramos en las claves que una silla gaming debe tener de cara a enfocarla al mobile gaming, estas son tres: los antebrazos, la reclinación del asiento y el reposacabezas.

Pensemos en cómo jugamos con el móvil y en cómo podemos hacerlo de forma cómoda y no lesiva para nuestro cuerpo. Para empezar, necesitamos, sí o sí, que la silla gaming que vamos a comprar tenga unos reposabrazos completamente regulables. Estos deben poder moverse no solo hacia delante y hacia atrás sino también hacia arriba y hacia abajo: el apoyo de los codos es crucial en el juego.
Por otro lado, viene bien que la silla sea reclinable y/o que incluya también reposapiés, de esta manera la experiencia será similar a la que podríamos tener en un sillón o en la cama, ganando un extra de comodidad inmensamente valioso.
Por último, hay que valorar el reposacabezas de la silla y si este es o no móvil. Dado que las pantallas de los móviles son pequeñas (comparándolas con un monitor de PC), nuestro cuello tiende a estirarse para acercar la cabeza al dispositivo, una práctica bastante lesiva para las cervicales y que podremos evitar con un buen reposacabezas.