Los 9 puntos en los que fijarse antes de comprar un móvil para jugar

Esto es lo que tienes que mirar para elegir un buen móvil gaming.

Si estás pensando en comprar un móvil para jugar, debes saber que hay una serie de aspectos fundamentales en los que fijarse para acertar con la compra.

A menudo, los móviles para jugar o móviles gaming se asocian exclusivamente a precios elevados y marcas reconocidas dentro del sector de los videojuegos, pero lo cierto es que muchos móviles baratos pueden servir perfectamente para jugar si cumplen con los requisitos que repasaremos a continuación.

El rendimiento, la clave

Un teléfono para jugar debe tener un rendimiento suficiente para soportar la exigencia de los juegos o emuladores a los que vamos a jugar. Aquí le toca al jugador marcar un objetivo, y es que no es lo mismo jugar de forma esporádica a juegos arcade, retro o de bajos requisitos, que jugar de forma más asidua a títulos mucho más exigentes, como los grandes juegos triple A que tenemos en Android, o a los emuladores más recientes, como el de PlayStation 2.

Los chips de Qualcomm son ideales para jugar, y los más recomendados para emuladores.

En el primer caso, nos podría servir prácticamente cualquier móvil relativamente actual. Pero en el segundo, tendremos que ser un poco más detallistas y elegir un móvil con un chipset lo suficientemente potente. Por suerte, los fabricantes de procesadores se han dado cuenta de que los usuarios cada vez juegan más con sus móviles, por lo que están lanzando al mercado soluciones orientadas a los juegos y que además son económicas, como la serie Snapdragon 7XXG de Qualcomm, o los Dimensity de MediaTek.

El sistema de refrigeración

Aunque el de la refrigeración es un aspecto que va directamente ligado al rendimiento, en Gamovil lo consideramos tan importante que creemos necesario dedicarle un apartado propio. Y es que de nada sirve tener un móvil muy potente si a la hora de la verdad la temperatura es tan alta que el sistema se ve obligado a reducir su potencia para mantener controlados esos grados, lo que se conoce como throttling.

Sistema de refrigeración con láminas de acero y cobre
El sistema de refrigeración del realme GT se componen de varias láminas de acero y cobre.

Por ello, aunque no es un requisito obligatorio, sí que es muy recomendable que el móvil con el que vamos a jugar cuente con un sistema de disipación efectivo. Uno de los más comunes en móviles es el de disipación por vapor, formado por capas o láminas de distintos materiales (normalmente acero y grafito) junto a conductos de cobre que logran convertir el calor en vapor para favorecer su eliminación.

Móviles como el POCO F5 Pro o el Realme GT2, que podemos considerar económicos, incorporan este tipo de sistemas.

La pantalla, para asegurar una buena experiencia de usuario

Después de asegurarnos un buen rendimiento, debemos fijarnos en las características y especificaciones de la pantalla del dispositivo. Tecnología (AMOLED, IPS), tamaño, resolución, DPI, tasa de refresco,…

En cuanto a la tecnología, no hay un acuerdo sobre si una es mejor que otra, sino que son diferentes. Una ofrece colores más vivos pero menos realistas (AMOLED), mientras que en las IPS, los colores suelen ser más reales. Aunque esto puede variar mucho de un móvil a otro, ya que depende también del trabajo a nivel software que hagan los fabricantes. En este caso, es una cuestión totalmente subjetiva, igual que el tamaño.

Hablando de colores, a los usuarios más exigentes también les interesará saber si la pantalla tiene soporte para Dolby Vision o HDR (HDR10, HDR10+), tecnologías que ofrecen una imagen más realista al ofrecer un espectro de colores más amplio.

La tasa de refresco de pantalla influirá directamente en la experiencia de juego, ya que a mayor tasa, más fluidez percibiremos al jugar. Lo mínimo casi obligatorio son tasas de refresco de 60 Hz, y a partir de ahí, podemos encontrarnos móviles con tasas de 90, 120 o 144 Hz o incluso 165 Hz. Cabe mencionar que para aprovechar al 100% esas tasas, los juegos deben estar preparados para alcanzar esos FPS (frames por segundo).

Recomendamos: Mejores juegos Android que soportan 120 FPS

En el siguiente clip, podemos ver una comparativa entre una pantalla funcionando a 60 Hz y otra a 120 Hz:

Otra tasa importante es la tasa de muestreo táctil, que tiene que ver con la inmediatez de respuesta al interactuar con la pantalla por lo que a mayor cifra, mejor repuesta. Ya existen móviles con más de 700 Hz, aunque no será necesario llegar a tales cifras para disfrutar de una buena experiencia.

Características como la resolución, los PPP (píxeles por pulgada determinados por la relación tamaño:resolución), los nits de brillo (la luminancia de la pantalla) o la son también importantes aunque la mayoría de móviles de hoy en día ya ofrecen buenos niveles en estos casos, por lo que no merece la pena preocuparse demasiado.

La autonomía, para largas sesiones

Si eres un jugador habitual, puede que alguna vez te hayas quedado sin batería o hayas estado a punto mientras jugabas. Sin duda, el de la autonomía es uno de los aspectos en los que más deben mejorar los móviles del futuro, a pesar de los avances de los últimos años sobre todo en cuanto a eficiencia.

Mientras tanto, solo nos queda apostar por móviles con una buena cifra de miliamperios (intentaremos buscarlos por encima de los 3500 mAh) y que tengan sistemas de carga rápida para poder recuperar la partida por donde lo habíamos dejado cuanto antes. El software también puede ayudar, por lo que todos o casi todos los fabricantes ya incluyen opciones para mantener el consumo un poco más controlado.

Foto de gameplay con el Razer Kishi V2

Una opción para evitar quedarse sin batería es jugar con el móvil enchufado al cargador (o enchufarlo cuando ya esté demasiado baja), aunque esto tiene varios inconvenientes. Por una parte, el calor extra que se genera al estar cargando la batería (que será un problema menor si contamos con un móvil con sistema de refrigeración), y por otra, la evidente pérdida de movilidad. Las baterías externas pueden darnos alguna vida extra, aunque su capacidad también es limitada.

Los fabricantes buscan fórmulas cada vez más eficientes para que sus móviles soporten sesiones más largas sin cargar, y los avances tecnológicos permiten que los componentes como pantallas o procesadores consuman cada vez menos energía. Pero como decíamos, todavía hay camino que recorrer en este apartado.

El sonido

Aunque no para todo el mundo tiene la misma importancia, el sonido también es un punto a tener en cuenta cuando se trata de jugar. Aquí lo fundamental es que el terminal cuente con altavoces estéreos y certificaciones que aseguran un sonido de calidad, como Hi-Res Audio y Dolby Atmos.

Para los que prefieran jugar con auriculares, hay que tener en cuenta que muchos modelos de móviles ya no cuentan con el minijack (jack de 3.5mm) para conectarlos por cable de la forma tradicional, aunque en los que tienen conexión USB-C puede seguir haciéndose mediante un adaptar. La otra opción es la conexión vía Bluetooth.

Los extras

Hasta ahora hemos visto los puntos esenciales en los que fijarse a la hora de comprar un móvil para jugar, pero hay una serie de «extras» en los que también merece la pena detenerse aunque sea solo unos pocos minutos.

  • Almacenamiento. Si somos de los que instalan muchos juegos, necesitaremos un buen número de GB. Hoy en día, los 128 GB parecen casi obligatorios, teniendo en cuenta que ya tenemos juegos que ocupan más de 10 GB.
  • Conectividad. Al margen de la conectividad básica como WiFi o Bluetooth, también nos puede interesar que el teléfono sea compatible con OTG o MHL. El primero nos permitirá conectar mandos por cable vía USB (si no hay soporte OTG no funcionará), y con el segundo podremos usar un adaptador para conetar por cable el móvil a una TV con HDMI. Y si vamos a jugar mucho usando datos, también nos puede interesar contar con conexión de datos 5G.
  • Software gaming dedicado. Cada vez son más las compañías que incluyen algún tipo de software dedicado a juegos, ya sea una app, un launcher, un mapeador de botones o incluso opciones para controlar la potencia del procesador. No es fundamental, pero sí interesante.
  • Botones de hardware y accesorios acoplables. Algunos móviles gaming de gama alta incluyen botones de hardware como alguna especie de gatillos, por lo que es cuestión de tiempo que también los veamos en dispositivos más económicos. Muchas marcas también tienen su propio set de accesorios gaming como mandos, carcasas especiales, ventiladores externos, etc.

Si tenemos en cuenta todos los apartados que hemos ido viendo en el artículo, podremos tomar una decisión más acertada a la hora de elegir nuestro nuevo móvil gaming. Si te interesa, puedes consultar también nuestra guía para comprar una tablet para jugar.